El importante aviso de un carnicero a quienes compran carne picada: ojo con esto

La carne ha sido un alimento fundamental en la dieta humana a lo largo de la historia. A pesar del debate sobre su consumo, es crucial reconocer sus beneficios nutricionales. Uno de los principales aportes de la carne es su alto contenido de proteínas de calidad, esenciales para el desarrollo y la reparación de tejidos, así como para la producción de hormonas y el mantenimiento de la masa muscular, siendo especialmente importante para atletas. Además, la carne es rica en nutrientes esenciales como hierro, zinc y vitaminas del complejo B. El hierro hemo, presente en la carne roja, se absorbe más fácilmente que el hierro de fuentes vegetales, ayudando a prevenir la anemia, especialmente en poblaciones vulnerables.

También contribuye a la salud ósea, ya que aporta fósforo y colágeno, que son vitales para mantener la densidad ósea y la salud de los tejidos conectivos. Asimismo, incluir carne en la dieta puede ser beneficioso para controlar el peso, ya que las proteínas son más saciantes. También se ha demostrado que una dieta rica en proteínas tiene un impacto positivo en la salud mental, ayudando a regular el estado de ánimo. Es fundamental optar por carne de calidad, preferiblemente de animales criados de manera sostenible. Al considerar estos aspectos, la carne puede ser un componente valioso de una alimentación equilibrada y saludable, contribuyendo al bienestar general.

El valioso consejo sobre la carne picada

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La cuenta de TikTok de Terra Carnicerías ha compartido un valioso consejo para quienes suelen adquirir carne picada en su carnicería. En el video, un carnicero explica que hay una práctica común que podría llevar a los clientes a pagar más de lo necesario. Comienza advirtiendo que algunos carniceros pesan la pieza de carne antes de picarla, lo que puede resultar en un precio más alto, ya que la carne pesa más antes de picarla.

Para ilustrar esto, el carnicero presenta una pieza que inicialmente pesa 725 gramos, pero después de picarla, su peso se reduce a 650 gramos. Esta diferencia se debe a que parte de la carne se queda en la máquina picadora, lo que significa que el cliente acaba pagando por más de lo que realmente recibe. En Terra Carnicerías, el carnicero asegura que pesan la carne sólo después de picarla, de forma que el cliente sólo pague por lo que realmente se lleva a casa.

¿Cómo elegir la mejor carne?

Elegir la carne adecuada es fundamental para disfrutar del mejor sabor, sino también para preservar su calidad y beneficios nutricionales.

En primer lugar, es esencial conocer los diferentes tipos de carne disponibles en el mercado. Cada tipo presenta características y usos específicos. La carne de res, proveniente del ganado bovino, es rica en hierro, zinc y vitaminas del complejo B. Entre los cortes más populares se encuentran el filete, el ribeye, la falda y la costilla. La carne de cerdo, conocida por su versatilidad y sabor, se utiliza en una amplia variedad de platillos, con cortes como el lomo, la panceta y el jamón.

El pollo, una de las carnes más consumidas en todo el mundo, es bajo en grasas y alto en proteínas, pudiendo elegirse en pechugas, muslos o alitas. Por otro lado, el cordero, considerado una carne de lujo en muchas culturas, ofrece un sabor distintivo y se puede encontrar en cortes como la paletilla, la pierna y las costillas.

Otro aspecto a considerar es la calidad de la carne. Es recomendable observar el grado de calidad; el color de la carne es un indicador importante: la carne de res debe ser roja brillante, mientras que el cerdo debe presentar un tono rosado, y el pollo debe tener un color claro y uniforme. La textura también es crucial; la carne de calidad debe ser firme y no presentar una textura gomosa.

Además, conocer el origen de la carne que compras puede influir en tu elección. Optar por carne de ganadería sostenible, proveniente de animales criados éticamente y sin hormonas ni antibióticos, es cada vez más valorado por los consumidores. Asimismo, elegir cortes de productores locales no solo apoya la economía local, sino que también reduce la huella de carbono asociada al transporte.

La selección de cortes específicos es otra consideración importante. Para asar, los cortes como el ribeye o el entrecot son ideales debido a su contenido de grasa. Para guisos, cortes más duros como la paletilla se ablandan con la cocción lenta, mientras que para parrilla, los cortes como la chuleta o el solomillo son perfectos.

Finalmente, el almacenamiento de la carne es muy importante. Hay que mantenerla refrigerada a una temperatura de 4 °C, y descongelarla en la nevera. La higiene es fundamental a la hora de manipularla: lávate las manos antes y después de manipular carne cruda, y utiliza utensilios separados para evitar la contaminación cruzada.